El magnesio, cuyo símbolo químico es Mg, es el octavo elemento más abundante en la Tierra y el tercero en el agua del mar. Este elemento es vital en más de 300 procesos en el cuerpo y ofrece múltiples beneficios, entre ellos:

  • Presión arterial: El magnesio ayuda a disminuir la resistencia vascular. A medida que envejecemos, las paredes arteriales se vuelven más rígidas, lo que puede aumentar la presión arterial. El magnesio reduce estos efectos.
  • Cerebro y sistema nervioso: Participa en procesos cognitivos como la atención, percepción, memoria, lenguaje y aprendizaje. Además, estimula a los neurotransmisores que nos ayudan a calmarnos y relajarnos, reduciendo la ansiedad, irritabilidad y depresión.
  • Huesos y dientes: Contribuye a su resistencia y fuerza.
  • Metabolismo: Es fundamental en la producción de ATP, la molécula que aporta energía al cuerpo, y mejora la absorción de glucosa en sangre por las células del hígado y los músculos.

El magnesio se encuentra en alimentos como legumbres, nueces, cereales integrales, frutas y verduras de hoja verde como las espinacas, leche, yogurt y algunos productos lácteos. Los síntomas de deficiencia de magnesio incluyen pérdida de apetito, vómito, fatiga, debilidad, migrañas, calambres musculares, entumecimiento y hormigueo.

Existen diferentes tipos de suplementos de magnesio, como el glicinato, citrato, óxido y carbonato de magnesio, cada uno con características y niveles de absorción distintos.

Es importante recordar que la dieta por sí sola no siempre es suficiente para satisfacer el requerimiento adecuado de vitaminas y minerales, por lo que un suplemento recomendado por un especialista puede ser beneficioso, tomando en cuenta los síntomas y necesidades individuales.

Por María Del Castillo

Soy María del Castillo Gutiérrez, licenciada en Nutrición y Maestra en Gestión Directiva en Salud. Me apasiona ayudar a las personas a llegar a sus objetivos, hacerlos conscientes de algo que no sabían que estaba ahí y ayudarlos en los procesos necesarios para sanar su relación con la alimentación. Creo firmemente que la alimentación va de la mano con las emociones y que no podemos abordar una sin la otra.