La felicidad de un niño no radica en complacer todos sus deseos, sino en criarlo como un adulto que valora el deber, el bien común y la productividad por encima de la autocomplacencia. En este camino hacia la felicidad duradera, la disciplina positiva juega un papel fundamental. En esta entrada, exploraremos cinco acciones de disciplina positiva que contribuyen a la felicidad de un niño y a la formación de su carácter.

1. Autoridad confiable: Una autoridad confiable toma decisiones basadas en el beneficio a largo plazo del niño, no en satisfacer necesidades momentáneas. Por ejemplo, en lugar de permitir que un niño juegue con el iPad solo para evitar un berrinche, un adulto con autoridad establece reglas claras, como el uso del iPad solo los viernes después del colegio durante una hora. Esta estructura les brinda autoridad, reglas y tolerancia a la frustración frente a la negación.

2. Hablar en positivo: Utilizar un lenguaje positivo es esencial para la disciplina positiva. En lugar de etiquetar a un niño como desordenado, se le puede animar a mantener su habitación limpia. En lugar de llamarlo grosero, se le puede enseñar a respetar a su hermano. Las palabras que utilizamos tienen un impacto profundo en la percepción que tienen de sí mismos y en su desarrollo emocional.

3. Reglas y límites: Establecer y hacer respetar reglas y límites es esencial para la disciplina positiva. Esto incluye horarios de juego, el respeto hacia las pertenencias de los demás, el protocolo para dirigirse a los demás y el cuidado personal. Los niños necesitan aprender que existen límites y que respetarlos es importante para su bienestar y el de los demás.

4. Conexión afectiva y de confianza: La conexión emocional y la confianza son fundamentales en la disciplina positiva. Los abrazos prolongados, los besos antes de dormir, las palabras de aprecio, la motivación y el reconocimiento sinceros fortalecen el vínculo afectivo y la confianza entre el niño y el adulto. Mirar a los ojos cuando se le escucha y leer juntos un libro también fortalece esta conexión.

5. Enseñar a través del humor y los aprendizajes: En lugar de centrarse únicamente en regaños y reclamos, es importante dedicar tiempo a explicar la vida a los niños. Explicarles cómo funcionan las cosas, cómo aprender de los errores y cómo celebrar los aciertos les brinda herramientas valiosas para su vida adulta. Fomentar el humor y el aprendizaje en lugar de enfocarse solo en la corrección crea un ambiente positivo y enriquecedor.

Al dedicar tiempo y esfuerzo a la disciplina positiva, estamos dejando una huella duradera en la vida de nuestros niños. Les brindamos experiencias vivificantes, recuerdos en sus corazones y herramientas para enfrentar el futuro. La disciplina positiva no solo contribuye a su felicidad presente, sino que también sienta las bases para su bienestar y éxito a lo largo de su vida.

Por galuvi

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