3 años, 1 mes, 24 días … la Organización Mundial de la Salud dice que el asunto de la pandemia por Covid-19 ya se acabó. No es que no ande todavía por ahí el bicho haciendo de las suyas, ni que no podamos enfermarnos de nuevo, simplemente ya no es una crisis sanitaria a nivel mundial, ahora si tenemos una fecha para poder decir aquí esto se acabó, fin del ciclo, cierre a esta experiencia, y entonces, ahora sí, podríamos hacer un recuento de los años y los daños de todo lo que vivimos en este lapso.

¿Quiénes y cómo éramos antes de la pandemia?

¿Quiénes y cómo somos después de ella?

Yo aún recuerdo mi ingenuidad al ir a comprar material didáctico para entretener a mis hijos durante el encierro pensando en que si las cosas se complicaban y se salían un poco de control estaríamos guardados tres meses. (¡JA, JA, JA!) Recuerdo como fueron pasando los días y yo los tenía registrados en mi agenda, apuntaba como el aniversario de novios que había transcurrido un mes … dos … tres … y creo que dejé de contar al año… ahora fueron los medios de difusión y las redes sociales quienes me dijeron cuánto tiempo había pasado.

Esta experiencia creo que no sólo nos golpeó en la cara, sino que nos cimbró y removió en todos los niveles posibles (y hasta en aquellos que no conocíamos), nos confrontó con creencias sobre lo que creíamos que necesitábamos y luego nos dimos cuenta que en realidad no tanto, sobre lo que pensábamos que era importante y luego nuestras prioridades cambiaron, sobre nuestras relaciones personales y lo mucho que cambiaron, en dónde unas se fortalecieron y otras no resistieron. Nos enfrentó a nuestras limitaciones, carencias y heridas añejas y nos creo otras, la pérdida y el duelo fue el proceso constante en el que vivimos durante demasiado tiempo… más de 3 años.

3 años en el que el Covid-19 cambió, mutó, transformó al mundo y nosotros (a fuerza, muy a nuestro pesar, con mayor o menor resistencia) también lo hicimos.

Para todos fue una experiencia total y absolutamente diferente, hay muchos puntos en común que nos conectan como humanidad sobreviviendo a una crisis mundial, pero sin duda, la vivencia, los efectos, las secuelas y el aprendizaje que deja esta experiencia es muy personalísima.

Nos tocó vivir un parteaguas en la historia mundial y en la personal, tal vez ahora podamos hacer un cierre y una reflexión sobre lo que la pandemia se llevó, lo que nos dejó, hacer un recuento de todo lo que nos sucedió y observar cómo lo afrontamos, de cómo y cuánto cambiamos, de qué descubrimos de nosotros y de los otros. Tal vez, ahora podamos dar el banderazo a una nueva etapa, una nueva temporada.

Hoy, después de 3 años, 1 mes, 24 días, tú ¿cómo estás? ¿qué necesitas después de todo esto?

 

Por Déborah Buiza

Especialista en Desarrollo Humano, con formación en la UNAM en las áreas de Ciencias de la Comunicación y Psicología, con experiencia en investigación, capacitación, psicoterapia, conducción de grupos, operación de proyectos sociales, desarrollo organizacional y clima laboral, seguimiento a programas institucionales, organización de eventos, makeup artist y mamá sin instructivo.