El fin de año es un buen momento para reflexionar acerca de los cambios que uno quiere realizar en a las puertas de ese nuevo ciclo que se abre ante nosotros, el nuevo año que entra. Y puede ser una excelente ocasión para llevar a cabo un proceso de desarrollo personal, ya sea mediante el aprendizaje autodidacta o a través de la psicoterapia y disponiendo de apoyo profesional.

Y es que si bien es verdad que el 1 de enero es, en cierto modo, “tan solo un número”, no es menos cierto que este momento del año está cargado de significado y de sentimientos vinculados a él debido a dinámicas culturales que hemos ido manteniendo a lo largo de los siglos. Por eso, a medida que se va aproximando nochevieja, ganamos un apoyo del que podemos disponer para automotivarnos y darle un empujón a esos proyectos personales que más nos ilusionan y que más nos permitirían aprender en aquellas áreas de la vida que nos interesan. En este sentido, aquí daremos un repaso a las ideas clave que te pueden ayudar a impulsar tu desarrollo personal en año nuevo.

Las claves para reforzar tu desarrollo personal en el inicio de un nuevo año

Las personas muchas veces quieren cambiar hábitos, creencias, y maneras de aproximarse a sus relaciones, pero no saben cómo hacerlo. La mejor manera de avanzar en este ámbito de la vida es asistir a terapia psicológica, donde se puede aprender a desarrollar herramientas para generar cambios en la vida aprovechando el nuevo año que comienza.

Resoluciones de año nuevo

Por ello, aquí encontrarás un resumen de varios de los principios más importantes de la psicoterapia aplicada al desarrollo personal. Estas pautas e ideas te pueden ayudar a construir un proyecto de desarrollo personal que sea sostenible y que persista más allá de las primeras semanas de enero.

1. El desarrollo personal se basa en hábitos y rutinas

Si crees que lanzarte por la senda del desarrollo personal consiste en experimentar una especie de revelación vital o de catarsis que te permita cambiar de la noche a la mañana simplemente porque te has imaginado algo o te ha pasado una idea por la cabeza, estás equivocado/a.

Ningún proceso de desarrollo personal se sostiene si no está basado en pequeños hábitos y rutinas, acciones sencillas y aparentemente banales que hacen su acto de aparición en el día a día. La clave es la constancia, la humildad, y la certeza de que todo lo importante se aprende sobre la marcha a base de probar cosas y equivocarse mediante la experiencia.

2. Hay que fijarse metas realistas

Una cosa es ser ambiciosos a la hora de fijarnos objetivos, y otra osa es dar por sentado que debemos aspirar a lograr prácticamente algo imposible para, al menos, quedarnos a mitad de camino y haber avanzado mucho. Lo cierto es que si intentas esta última estrategia, lo más seguro es que te frustres y te rindas a medio camino. Por eso, en un inicio hay que hacer un balance de lo que quieres conseguir, por un lado, y tus recursos y habilidades en el momento presente, por el otro.

Además, también es recomendable realizar estimaciones sobre cuál es el mejor escenario posible y cuál es el peor escenario posible, para hacer proyecciones hacia el futuro tanto desde una perspectiva optimista como desde una perspectiva pesimista, de modo que ambas visiones ofrezcan una imagen equilibrada de lo que puedes esperar de los meses que están por venir.

3. La planificación y la segmentación de tareas es imprescindible

No es suficiente con fijarse metas razonables; para que no te resulten muy intimidantes y te lleven a tirar la toalla antes de tiempo, debes segmentar esos objetivos en varias partes más pequeñas y distribuidas de manera secuencial, creando una cadena de cosas a hacer que vaya desde el muy corto plazo (las próximas horas) hasta el largo plazo (los próximos meses o años). De esta manera siempre tendrás una noción clara de cuáles son tus avances en lo relativo al desarrollo personal.

4. Asegúrate de que tus proyectos personales son compatibles con tus valores

Si te propones metas que realmente no se corresponden con tus aspiraciones vitales, sino que se basan en la presión social o en lo que crees que es deseable para ganarte la aceptación del resto, notarás que te estás esforzando para nada, y te encontrarás más perdido/a que antes.

5. Asume que es normal no estar siempre motivado/a

Nadie está siempre al 100%, con ganas de lanzarse cuanto antes a realizar las tareas vinculadas a su desarrollo personal. Lo normal es tener altibajos en el estado de ánimo y en los niveles de motivación; de lo que se trata es que los momentos de desmotivación no sean los predominantes, y que adoptes las estrategias de automotivación adecuada en cada caso.

Por galuvi

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