Cuando hablamos de demencia, nos referimos a un deterioro cognitivo global progresivo. Contrario a lo que muchas personas pueden pensar, el envejecimiento no es causal de las enfermedades neurogenerativas y aunque hay comorbilidad, no hay causalidad.

De hecho, el 30 % de los enfermos de Parkinson tiene demencia, pero el 70 % restante no. Pero, ¿son iguales todas las demencias? La respuesta es negativa; existen dos tipos de demencia, asociadas a diagnósticos diferentes. Por ello, en este artículo trataremos las diferencias entre la demencia cortical y subcortical.

Durante la primera mitad del siglo XX, demencia equivalía a deterioro intelectual progresivo. En 1987, la APA (Asociación Americana de Psicología) estableció un criterio diagnóstico: el deterioro cognitivo tenía que venir acompañado por un deterioro en la memoria, y por al menos uno de los siguientes déficits: afasia, apraxia, agnosia.

En 2012, se eliminó el término demencia, sustituyéndolo por trastorno neurocognitivo.

Mujer con demencia mirando por la ventana

La enfermedad de Alzheimer: la demencia cortical

Las diferencias entre la demencia cortical y subcortical comienzan por la localización de la afección. En la enfermedad de Alzheimer, el prototipo de demencia cortical, existe un predominio cortical temporoparietal (Gustafson, 1992). Por ello, estas demencias suelen presentar déficits en la memoria a corto plazo, la memoria episódica y la fluidez verbal.

La enfermedad de Alzheimer, no obstante, no es la única demencia cortical que existe; encontramos a su vez la demencia por enfermedad de Pick o la demencia con cuerpos de Lewy, siendo esta última la tercera causa de demencia, detrás de la demencia por enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular a la cabeza.

Lo característico de la demencia cortical

Tomaremos la enfermedad de Alzheimer como referente para explicar algunas de las consecuencias que una demencia cortical puede tener en la cognición de aquel que la sufre. Podemos destacar:

  • Afección de la memoria a corto plazo: la memoria a corto plazo, que no implica prácticamente ninguna operación cognitiva, se muestra deficitaria. Pruebas como la de amplitud de dígitos presentan resultados que reflejan un deterioro que muchas veces se relaciona con la severidad de la demencia.
  • Deterioro de la memoria episódica: dentro de la memoria a largo plazo, encontramos en las demencias corticales una alteración de la memoria episódica. Este es uno de los rasgos más representativos de la demencia cortical. Es la memoria relacionada con la retención de sucesos autobiográficos acaecidos en la vida de uno.
  • Fluidez verbal dentro de la memoria semántica: también dentro de la memoria a largo plazo, se encuentran dificultades en la fluidez verbal, es decir, las personas con demencias corticales pueden encontrar azaroso generar palabras dentro de una categoría semántica. Por ejemplo, si se les indica que digan palabras que puedan estar incluidas en la categoría “animal”, realizaran dicha tarea peor que si se les pide que generen palabras con una letra concreta. Esto sucede porque esta última tarea representa la fluidez verbal fonológica, y no la semántica.
  • Problemas en la denominación: se entiende, a partir de sus problemas en la fluidez verbal, que los pacientes con demencias corticales presentan problemas para denominar objetos. Por ello, tareas como los asociados semánticos (tigre para león, o perro para gato) son realizadas de manera pobre.

La enfermedad de Parkinson: la demencia subcortical

Entre las diferencias entre la demencia cortical y subcortical encontramos que la demencia subcortical se desarrolla en áreas como los ganglios basales o el hipocampo.

Existen alteraciones cognitivas en tanto que el área prefrontal está masivamente conectada a áreas subcorticales, y la afección de estas últimas implica una desactivación funcional del córtex.

Las demencias subcorticales por antonomasia son la enfermedad de Huntington y la enfermedad de Alzheimer. No obstante, la demencia no aparece siempre en estas dos afecciones. De hecho, tan solo entre el 20 y el 30 por ciento de los pacientes con enfermedad de Parkinson presentan criterios diagnósticos suficientes para diagnosticar la demencia.

Las claves de la demencia subcortical

Tomaremos en esta ocasión la enfermedad de Parkinson y Huntington para exponer los principales rasgos de la demencia subcortical. Algunos de ellos son:

  • Enlentecimiento motor: una de las principales características de la demencia subcortical, a diferencia de la cortical, es la presencia de un trastorno motor grave, caracterizado por el enlentecimiento y la pérdida de equilibrio. Aunque recordaremos la enfermedad de Parkinson o Huntington por el temblor en reposo o la corea, respectivamente; lo cierto es que ambas demencias subcorticales implican hipokinesia (movilidad menor), akinesia (inmovilidad) o bradikineasia (movimientos lentos). Esto se observa también en los rasgos inexpresivos, pues la movilidad en la cara también se pierde.
  • Alteraciones emocionales: en las demencias corticales pueden aparecer alteraciones emocionales debido a la propia asunción de la enfermedad. En el caso de las demencias subcorticales, estos cambios insidiosos en la personalidad pueden darse años antes de que la demencia comience a expresarse. Estas personas pueden estar irritables, apáticas o tener desinterés sexual, entre otros.
  • Alteraciones en la memoria: en las demencias subcorticales existe un déficit básico en la recuperación. La gran diferencia con las demencias corticales es que en las subcorticales se mantiene, durante mucho tiempo, la capacidad para aprender nueva información.

La severidad de la demencia cortical y subcortical

Sin duda, las diferencias entre la demencia cortical y subcortical son notables. No obstante, la gran desemejanza que podemos encontrar es la severidad de ambas y su impacto en la cotidianeidad de la persona. Aunque no se han expuesto la totalidad de las alteraciones en ambos tipos de demencia, sí podemos observar un deterioro cognitivo menor en las demencias subcorticales que en las corticales.

Las diferencias no se limitan a la cantidad de deterioro cognitivo. Estas están basadas también en la no presencia, en el caso de las subcorticales, de afasias, agnosias y apraxias; algo que sí ocurre en la demencia cortical.

Mujer con su madre con demencia

Conclusiones: dos demencias muy diferentes

A modo de resumen, parece necesario recordar que las grandes diferencias entre las demencias corticales y subcorticales se encuentran en las capacidades ejecutivas centrales, en la memoria y en el lenguaje. En la cortical, se presentan las capacidades ejecutivas como planificación o solución de problemas conservadas, una amnesia grave y un lenguaje con rasgos afásicos.

En el caso de las demencias subcorticales, estas presentan capacidades ejecutivas muy alteradas desde el inicio, una memoria con olvidos leves y un lenguaje sin afasias, quizás con una producción excesiva. Ambas demencias confluyen en las capacidades perceptivas y visoespaciales. En las dos, estas están alteradas.

Por galuvi

Información divertida, ligera y entretenida, sin dejar de lado los datos útiles y relevantes. Historias que nos inspiran para hacer del mundo y nuestro entorno un lugar mejor; hallazgos asombrosos, triunfos y éxitos compartidos.