En la vida es importante tener ideas propias y desarrollar puntos de vida ricos en matices a medida que maduramos, creencias y convicciones sensibles a la complejidad de la vida que formen parte de nuestra personalidad.

El problema surge cuando alguien desarrolla un fanatismo sobre cualquier tema y desarrolla un modelo de pensamiento de acción rígido y poco adaptativo, en defensa de sus intereses, ideas, valores o creencias.

El fanatismo puede convertirse en un gran problema para una persona e incluso para su entorno, ya que a la larga va a generarle problemas de todo tipo, tanto para sí mismo como para las personas que le rodean.

Las principales señales de fanatismo

A continuación resumiré una serie de señales que pueden indicar que nuestro comportamiento o el de otra persona puede ser el de un fanático.

1. Falta de flexibilidad mental

La falta de flexibilidad cognitiva es una de las características principales que presentan los fanáticos y consiste en una imposibilidad o dificultad para cambiar de opinión, aprender lecciones de los propios errores o bien adaptar sus planteamientos a un entorno cambiante.

Este déficit de flexibilidad cognitiva se traduce en una forma monolítica y cuadriculada de ver la vida, y en una incapacidad de modificar los propios planteamientos o ideas que uno siempre ha tenido, aunque la evidencia o la lógica inviten a pensar lo contrario.

Fanatismo

Además de eso, también es habitual que la falta de flexibilidad cognitiva se traduzca en una modalidad de interacción con las otras personas poco satisfactoria y basada en el conflicto y en la falta de cortesía o respeto.

2. Creer que uno lo sabe todo

Otra característica relacionada con la anterior y principal de todos los fanáticos es la tendencia a creer que lo saben todo de la vida y que no les queda nada por aprender, asumiendo que los propios esquemas mentales ya encajan lo suficiente con la realidad.

De igual manera, las personas que presentan un modelo de pensamiento fanático también suelen considerar que quienes no comparten sus posicionamientos o puntos de vista están equivocados o son idiotas.

Así mismo, un pensamiento de tipo fanático empuja a la persona a considerar que ella tiene la razón en cualquier posicionamiento por el que toma partido, ya sea político, ideológico, deportivo, social o religioso, por lo que quienes adoptan creencias incompatibles son considerados incompetentes, ignorantes u «holgazanes» intelectuales

3. Tendencia a generalizar sobre colectivos

Los fanáticos son personas que tienden a simplificar en exceso la vida y el mundo que los rodea, así como a generalizar constantemente sobre grupos de personas determinados, ya sean grupos religiosos, políticos o étnicos.

Esta tendencia a la generalización se debe también a una falta de flexibilidad cognitiva que impide a la persona tener en cuenta los matices de la realidad y las partes complejas que rodean un tema determinado o una problemática de cualquier tipo.

4. Tendencia a obsesionarse con una idea y no ver más allá de ella

Es habitual que las personas fanáticas vivan su vida en torno al tema del que son fanáticos, ya sea la religión, un equipo de fútbol, un partido político o una ideología determinada.

La pasión por la psicología también en tu email

Únete a nuestra comunidad para recibir nuevos artículos y contenidos exclusivosSuscríbete

Suscribiéndote aceptas la política de privacidad

En estos casos, la persona suele tener pocos o ningún tema de conversación aparte del tema central que le ocupa y vive su vida obsesionada con dicho fenómeno, llegando a interaccionar y estableciendo amistades que presenten un grado de fanatismo similar al suyo.

5. Tendencia al proselitismo

El proselitismo es el hábito consciente y sistemático que ponen en práctica la mayoría de fanáticos para atraer a más adeptos a su causa, ya sea a su religión, a su equipo deportivo, a su partido político o a su organización del tipo que sea.

Este proselitismo se pone en práctica con todas las personas a las que los fanáticos tengan acceso, ya sean amigos, familiares, parejas o desconocidos.

6. Falta de habilidades sociales

Otra de las características clásicas de los fanáticos es su falta de habilidades sociales, derivada, a su vez también, de una falta de flexibilidad cognitiva y una incapacidad por considerar otras opiniones contrarias a la propia.

Las habilidades sociales son aquellas aptitudes que nos permiten relacionarnos correctamente con nuestro entorno y establecer vínculos emocionales y sociales significativos con las personas que nos encontramos en la vida.

Algunas de estas habilidades son la asertividad, la empatía, la escucha activa, la capacidad de cambiar de opinión, la inteligencia emocional, la capacidad de disculparse y la negociación, entre otras.

7. Tendencia a la confrontación agresiva

Por último, entre las principales características del fanático también cabe destacar una tendencia sistemática a tener conflictos con todo el mundo con el que se relacionan debido a su fanatismo e incapacidad de ceder o dar el brazo a torcer.

Esta tendencia a la conflictividad puede ocasionar también conductas agresivas o violencia cuando se encuentran con una oposición directa a sus ideas o concepción de la vida.

8. Tendencia a no tolerar la disidencia

Este es un comportamiento que podemos observar en todo tipo de sectas y organizaciones en las que se exige una adhesión absoluta a los principios y valores que rigen dicha institución.

Las personas fanáticas suelen tolerar muy poco o nada las muestras de disidencia y los enfrentamientos hacia sus ideas, creencias o planteamientos vitales en general.

Por galuvi

Información divertida, ligera y entretenida, sin dejar de lado los datos útiles y relevantes. Historias que nos inspiran para hacer del mundo y nuestro entorno un lugar mejor; hallazgos asombrosos, triunfos y éxitos compartidos.