Son muchas las personas que, en momentos críticos y amenazantes, ven en su mente distintos fragmentos de su existencia. Es como un carrusel de instantáneas del propio ciclo vital. Hay quien concibe este fenómeno como sobrenatural y poco científico. Sin embargo, la ciencia lleva décadas investigando este tipo de hechos.

Disponemos de miles de testimonios sobre estas experiencias. La primera de la que se tienen registros es la del geólogo suizo Albert Heim. En 1892, cayó de un precipicio mientras escalaba una montaña. Durante esa aparatosa caída, tuvo la sensación de estar muy lejos de ese escenario en el que su cuerpo estaba siendo duramente golpeado. Al mismo tiempo, empezó a ver toda una sucesión de imágenes relativas a su propia vida.

Ese incidente -del que afortunadamente pudo salvarse- le sirvió para convertirse en el pionero del estudio de las experiencias cercanas a la muerte de los alpinistas. Su trabajo sigue siendo toda una referencia.

Mujer corriendo con miedo porque la vida pasó ante mis ojos

Personas que cambian tras una experiencia límite

Las experiencias en las que una persona expresa que su vida ha pasado ante sus ojos pueden ser de lo más diversas. Sufrir un accidente, estar en un quirófano o verse en una situación amenazante puede hacer que el cerebro entre en este tipo de trance. Asimismo, se da otro hecho no menos llamativo: quien ha visto esos fragmentos de su existencia en un instante límite experimenta un cambio.

Hay aspectos de la personalidad que varían a raíz de dicha experiencia. Hay quien deja de tener miedo a la muerte, y la mayoría toma conciencia de la belleza de este mundo. También se inician cambios profundos, como dejar una profesión y buscar otra, o tener nuevas prioridades. Unas más éticas, humanas y sencillas a la vez.

Si bien esto resulta de lo más comprensible tras sobrevivir a un hecho traumático, lo que genera infinidad de preguntas son esos flashbacks mentales, en los que el ser humano se sitúa en ese instante crepuscular entre la vida y la muerte.

Veamos algunas de las respuestas obtenidas hasta el momento.

El estrés cerebral y la alteración del tiempo

En el 2017, un grupo de científicos israelís de la Universidad Hebrea Hadassah, en Jerusalén, publicaron un estudio en el que realizaron una revisión de los casos existentes sobre el tema. Las personas que expresaron aquello de “mi vida pasó ante mis ojos” experimentaron el efecto de una situación de estrés extremo a nivel cerebral.

Lo que sucede en esos instantes es que el tiempo deja de existir en la mente. Se diluye, casi como los propios relojes de Dalí. Pasado y presente ocupan un mismo plano y se superponen, de manera que, de pronto, toda nuestra vida pasada se entremezcla con la realidad inmediata. Es una teoría que encaja también con lo que señaló una vez el filósofo Immanuel Kant.

El tiempo es una construcción de la mente humana, según el propio Kant. Así, y por muy descabellado que nos parezca, muchos neurólogos dan por válida esta idea. De hecho, la percepción del tiempo y su organización no son más que productos de nuestra conciencia.

La desinhibición cortical entre la corteza prefrontal y el hipocampo

Imaginemos a nuestro cerebro en un instante de gran amenaza. Se enfrenta a la muerte y su nivel de actividad es tan intenso, caótico y desmesurado que se origina una desinhibición cortical. La corteza prefrontal (clave para la cognición o la toma de decisiones) y el hipocampo (responsable de nuestra memoria) sufren una alteración en la correcta liberación del GABA.

Este neurontransmisor lo que hace es inhibir múltiples funciones del sistema nervioso central. Sin embargo, en situaciones de peligro extremo, deja de funcionar. Entonces, lo que sucede es lo siguiente: el hipocampo “vuelca” buena parte de nuestros recuerdos a la corteza prefrontal. Esto explica por qué son tan vívidos, reales, intensos

Hay quien durante las experiencias de “ver toda la vida ante los ojos” toma contacto con escenas del pasado que ni siquiera recordaba.

Hombre haciendo terapia explicando que la Mi vida pasó ante mis ojos
Muchas personas necesitan apoyo psicológico tras esas experiencias cercanas a la muerte.

“Ver la vida ante nuestros ojos”, experiencias que necesitan apoyo y aceptación

El célebre neurólogo Oliver Sacks señaló que esas experiencias en las que alguien veía pasar toda su vida ante sus ojos eran, en realidad, un tipo de alucinaciones “extremadamente complejas”. Por su parte, el psiquiatra Bruce Greyson, una de las figuras que más ha estudiado este tipo de fenómenos, profundiza en otro aspecto.

Algo que señala el doctor Greyson es que, a día de hoy, las hipótesis neurológicas no ofrecen explicación clara de por qué sucede este fenómeno. Es evidente que hay un terreno fronterizo en nuestro universo mental que se nos escapa. Sin embargo, más allá de intentar dilucidar un por qué, vale la pena centrarnos en el “para qué”.

Lo primero que debemos hacer en caso de estar ante alguien que haya pasado por esta vivencia es validarlo. No es un fenómeno paranormal, ni estamos ante un trastorno mental. Son experiencias reales y concretas, difíciles de entender y que, a veces, necesitarán de apoyo psicológico.

Y no solo por ese trance experimentado, sino por lo que viene después. El doctor Greyson ha tratado a personas que eran militares o policías que se vieron obligados a dejar sus trabajos. La idea de lastimar o tener que enfrentarse físicamente a alguien era, de pronto, abominable para ellos.

El apoyo profesional en estos casos siempre es recomendable. Porque son hechos que acontecen a diario y que casi nunca pasan indiferentes ante quien los sufre.

Por galuvi

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