Los trastornos alimentarios son psicopatologías que interfieren en la manera en la que las personas se relacionan con la comida y con su autoimagen física. Son un modo en el que los problemas de salud mental nos muestran hasta qué punto el modo en el que nos vemos a nosotros mismos puede contribuir a deteriorar nuestra salud física a través de una de las funciones biológicas básicas.

Cómo afectan a la autoimagen corporal los trastornos alimenticios

La autoimagen corporal es la manera que tenemos todas las personas de percibirnos a nosotros mismos, ya sea de manera positiva o negativa, cuando nos miramos al espejo o pensamos en nuestro cuerpo. Es un elemento fundamental del autoconcepto, el cual a la vez está vinculado a la autoestima.

Esta forma de autopercibirse contribuye en gran medida a nuestro bienestar emocional y psicológico, así como a nuestra autoestima y a nuestra actitud en la vida, dependiendo de si es positiva o negativa.

Una vez aprendidos los principales síntomas de los trastornos alimentarios, veamos la afectación que estos tienen en la autoimagen corporal.

1. Anorexia

La anorexia es uno de los trastornos con mayor afectación en la autoimagen corporal y que más distorsionan la realidad que la persona cree percibir cuando se mira al espejo.

Las personas con anorexia se obsesionan con la comida para no ganar más peso y aunque habitualmente están por debajo de su peso saludable, tienen siempre la necesidad de perder más peso porque en su mente se ven con un peso mayor del que realmente tienen.

Esta distorsión elevada de la realidad les lleva a hacer todo lo posible para bajar de peso y generalmente les provoca discusiones y conflictos permanentes con las personas que están a su alrededor.

2. Bulimia

Las personas con bulimia suelen tener un peso normal pero verse a sí mismas con sobrepeso, y a menudo pueden haber presentado previamente casos de anorexia.

Esta preocupación por la propia imagen, igualmente distorsionada, les empuja a llevar a cabo conductas compensatorias inadecuadas como el ejercicio excesivo, el vómito o el uso de fármacos para purgarse

La bulimia es uno de los trastornos más difíciles de identificar ya que la persona puede hacer vida normal aparentemente, comiendo con total normalidad y al tener un peso normal no hay indicios físicos de que pueda existir en ella un trastorno o alteración de la conducta alimentaria.

3. Permarexia

La permarexia no se caracteriza por una distorsión del propio cuerpo, pero el miedo exacerbado a engordar lo más mínimo puede hacer que la persona empiece a mantener hábitos alimentarios poco saludables.

Esta obsesión por los alimentos ingeridos se manifiesta en el estudio pormenorizado y enfermizo de las calorías que llevan cada uno de los alimentos que se van a comer, algo que a la larga les proporciona a dichas personas un gran malestar psicológico y también discusiones frecuentes con su entorno.

4. Vigorexia

La vigorexia se caracteriza por una distorsión del propio cuerpo, pero a diferencia de los casos anteriores, la persona se percibe más pequeña o menos musculada de lo que realmente es.

Es por eso que las personas con este trastorno tienen tendencia a realizar ejercicio intenso de manera obsesiva para lograr tener el cuerpo que desean, aunque siempre acaben estando disconformes con el resultado y siempre quieran alcanzar un ideal de físico inalcanzable.

Por galuvi

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