¿Llevas días dándole vueltas a un problema y no encuentras la solución? Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard y del MIT parece tener la clave para salir del atolladero.
Según la investigación, que se ha publicado en Scientific Reports, las personas son más creativas nada más despertarse de la fase más temprana del sueño, sobre todo si se les guía para que sueñen con un tema específico.
El estudio revela que cuando las personas se encuentran en un estado entre el sueño y la vigilia, conocido como inicio del sueño, son especialmente creativas. Por primera vez, se ha demostrado que si se les guía sobre qué soñar, afrontan con más creatividad tareas relacionadas con ese tema.
«Cuando te incitan a soñar sobre un tema durante el inicio del sueño, puedes tener experiencias oníricas que luego puedes utilizar para estas tareas creativas», afirma Kathleen Esfahany, una de las autoras del estudio.
En el estudio, los participantes a los que se les sometió a «incubación dirigida de los sueños» tuvieron más ideas creativas que aquellos que simplemente se echaron una siesta o los que no durmieron en absoluto. Los investigadores creen que durante el inicio del sueño, el cerebro establece conexiones más amplias entre conceptos distintos, lo cual impulsa la creatividad.
Tanto Thomas Edison como Salvador Dalí afirmaron haber tenido ideas científicas y artísticas mientras soñaban, especialmente durante el período que transcurre entre la vigilia y el sueño, conocido como hipnagogia o NREM1. Este período de transición se caracteriza por sueños espontáneos y vívidos que a menudo incluyen experiencias recientes mientras estamos despiertos.
En el estudio actual, los investigadores utilizaron un dispositivo llamado Dormio, que permite incubar sueños concretos, para explorar aún más la relación entre el sueño y la creatividad.
El estudio dividió a los participantes en cuatro grupos. A un grupo se le pidió que durmiera una siesta de 45 minutos con Dormio y que soñara con un árbol. Otro grupo también durmió una siesta de 45 minutos con Dormio, pero se les pidió que observaran sus pensamientos. Los otros dos grupos se mantuvieron despiertos durante tres cuartos de hora, uno pensando en árboles y el otro observando sus pensamientos.
Los investigadores encontraron que aquellos que durmieron la siesta con la incubación selectiva de sueños fueron un 43% más creativos que aquellos que durmieron sin incubación, y un 78% más creativos que aquellos que permanecieron despiertos sin el dispositivo.
Además, los investigadores descubrieron que dentro del grupo de personas a las que se les pidió que soñaran con árboles, aquellos que tuvieron más sueños sobre árboles idearon historias más creativas. Estas personas también incorporaron gran parte del contenido de sus sueños en sus historias.
«Estas pruebas sugieren que no es solo estar en el estado de sueño NREM1 lo que hace que la gente sea más creativa. La gente es más creativa porque también aprovecha los sueños que se producen en ese estado de sueño», afirma Esfahany.
Para aquellos que deseen probar esta técnica para aumentar su creatividad, los investigadores afirman que no es necesario contar con el dispositivo Dormio. Solo se necesita algún dispositivo que pueda seguir el sueño y reproducir y grabar sonido. También han creado una versión más sencilla de su protocolo, que utiliza un temporizador en lugar de rastrear los estados del sueño, y está disponible para aquellos que deseen utilizarlo.
«Ése es realmente nuestro objetivo con gran parte de este trabajo: dar a las personas más herramientas para aprender a controlar su propia mente», concluyen los investigadores.
Este fascinante descubrimiento abre nuevas puertas para explorar cómo aprovechar el estado entre el sueño y la vigilia para impulsar nuestra creatividad. ¿Podría el sueño ser la clave para desbloquear nuestro potencial creativo?