El clavadista mexicano Osmar Olvera, campeón del mundo en trampolín de 3 metros en los Mundiales de Deportes Acuáticos en Singapur, regresó a México con una idea fija: convertirse en la pesadilla de los clavadistas chinos.
«Mi meta a corto plazo es mantener mi nivel y ser una piedra en el camino de los chinos. Quiero que me sueñen todos los días, que no puedan dormir», dijo el atleta, de 21 años, al ser recibido por medios en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Osmar no viene con las manos vacías. En Singapur, ganó la medalla de oro con 529.55 puntos y se convirtió en el segundo mexicano en lograr este título en una prueba olímpica de la Copa del Mundo, después de Paola Espinosa en Roma 2009.
Pero eso no fue todo, también se colgó preseas de plata en equipos mixtos en plataforma de 3 y 10 metros, trampolín de 1 metro y trampolín de 3 metros sincronizados. Un regreso triunfal, sin duda.
Ahora, Osmar tiene los ojos puestos en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 y sabe que necesita mantener a su entrenadora, la china Ma Jin, a su lado. Por eso, ya tiene lista una petición para la presidenta Claudia Sheinbaum:
«Si en algún momento puedo hablar con la Presidenta, le voy a pedir que le suba el sueldo a Ma Jin. Ella tiene muchas ofertas, pero yo quiero que se quede.»
Y es que, como él mismo señala, cuando los atletas tienen la oportunidad de hablar con un presidente o presidenta, hay que aprovechar el momento. Osmar ya está listo para el suyo.
